SEPTIEMBRE 1999 10 heridos al impedir la Ertzaintza el desfile de mujeres en el Alarde de Hondarribia Un fallo del Tribunal Superior Vasco avala el derecho a participar sin diferencia de sexo M. M., San Sebastián Hondarribia escribió ayer otra página negra de su historia festiva. Esta vez no se registraron agresiones entre partidarios y detractores de que la mujer participe como soldado en el desfile conmemorativo del Alarde. No pudo haberlas. La Ertzaintza impidió que la compañía mixta Jaizkibel se sumara al acto y fue parte activa del enfrentamiento. Los integrantes de la formación rompieron el cordón policial y los agentes reprimieron la intentona por la fuerza. El incidente se saldó con una decena de heridos y la vulneración de una sentencia que avala el derecho de las mujeres. | La Ertzaintza forcejea con las personas que intentaban desfilar con la compañía Jaizlibel (F. Lasa). |
Pasaban las 8.30 de la mañana cuando se produjeron los primeros enfrentamientos en la localidad guipuzcoana. La compañía mixta, integrada por alrededor de 150 personas, comenzó a caminar para sumarse al Alarde, precedida por un buen número de personas que apoyan su reivindicación. La Ertzaintza había dispuesto en el lugar un amplio cordón policial "para evitar enfrentamientos entre vecinos", que intentaron traspasar. La respuesta fue inmediata. Los agentes alzaron sus porras y se fue gestando el encontronazo, primero verbal y luego físico, entre las dos partes en distintos episodios. El enfrentamiento no minó los ánimos de Jaizkibel, que persistía en su empeño de incorporarse al Alarde, el desfile que recuerda la batalla que libró a Hondarribia del sitio francés de 1638. Hasta que la Ertzaintza anunció su intención de disolverlos por la fuerza. La mayor parte de la compañía dio media vuelta y se fue, pero una decena de personas reaccionó con una sentada en la carretera. Los agentes cumplieron su promesa y los arrastraron por el suelo. Entre ellos, se encontraba un invidente, que tuvo que ser atendido en el Hospital Comarcal del Bidasoa. Al menos otras nueve personas resultaron heridas, aunque ninguna tuvo que ser hospitalizada. Todas, anunciaron su intención de interponer denuncias penales. Jaizkibel también acudirá a la vía judicial para impugnar la actuación de la Ertzaintza, como ya hizo el pasado año. Ayer insistió en que el Departamento vasco de Interior y el alcalde, Borja Jáuregui (PNV), "han hecho un traje a medida a quienes defienden un Alarde discriminatorio" y calificaron de "vil y muy violenta" la reacción de la Ertzaintza. Interior se escudó en que trataba de "garantizar la seguridad ciudadana" y aseguró que su respuesta "fue proporcionada", dado que se había rebasado el cordón policial. El alcalde lamentó los incidentes pero acusó a la compañía de "provocar a un pueblo entero" en días precedentes. Hace tiempo que las fiestas en Hondarribia son motivo de confrontación ciudadana. El desencuentro comenzó cuando un grupo de mujeres reivindicó su derecho a participar en el Alarde como soldados, rechazando la tradición que les relega al papel de cantineras de las 20 compañías masculinas, formadas por cerca de 4.000 soldados, que desfilan en el acto. Llevan cuatro años intentando incorporarse, en contra de la opinión mayoritaria del pueblo, al desfile conmemorativo de la batalla contra los franceses. Y todas se han saldado en fracaso, a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco reconoció en enero de 1998 -la sentencia está recurrida- su derecho constitucional a participar de este acto festivo en pie de igualdad con los varones. Jueves, 9 de septiembre de 1999 - Sociedad - El Pais © Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid VOLVER A LA PÁGINA DE NOTICIAS
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